El registro de marca es crucial para proteger la identidad de una empresa, otorgándole derechos exclusivos y diferenciándola en el mercado. Además, aumenta el valor comercial de la marca, genera confianza en los consumidores y facilita la defensa legal ante infracciones. También simplifica la protección en mercados internacionales, siendo una inversión clave para el éxito a largo plazo de cualquier negocio.